sábado, 26 de junio de 2010

40 años después...

Debió sufrir. Todo aquel que haya ido a Montevideo sabe que son así. Que primero hay que saber sufrir, que la vida del uruguayo es un tango. Hasta los primeros 30, los de Tabarez fue un equipo, parado bien adelante, atento a la segunda jugada adentro -Ríos y Pérez-, y en los costados con Fucile y Maxi Pereira. Uruguay pegó a los 7 minutos y siguió jugando igual, y hasta parecía poco y pobre rival Corea del Sur. Todo cambió. Con los laterales bien abiertos, ni el retroceso de Cavani por cualquiera de los costados sirvió para frenar el cambio de tenencia de pelota. Y si bien Corea lució inofensivo, preocupó hasta el borde del área.

En el complemento se ahondó el problema para Uruguay. No le encontró solución. Tabarez no incluyó cambios. Y Corea empató, y bajo la lluvia torrencial, los últimos 20 minutos se transformaron en otro partido. Un mini partido donde Corea se retrasó, la Celeste se adelantó diez metros y encontró a diez minutos del final el triunfo con un golazo de Suárez. Lo positivo es que ganó "a lo grande", "cuando quiso", adjetivos que se le adjudican a equipos con historia. Uruguay es así: las responsabilidades lo abruman, lo superan. Pero no seamos injustos, cuando las asumió ante Francia, México y Sudáfrica, cumplió. Claro, el partido era definitorio. Tuvo el nervio escénico de conseguir el objetivo y retrocedió.
40 años después, tras el cuarto puesto del Mundial de México 1970, Uruguay se metió entre los 8 mejores de un Mundial. Una generación de jugadores que merecía demostrarse a sí misma que podía lograrlo. El techo de este equipo que conduce Tabarez depende de ellos mismos.
El rival de Uruguay será: Ghana 2 - Estados Unidos 1

No hay comentarios: