La noche I
La multitud todavía mira hacia arriba
uno cada uno de ese pueblo reunido como nunca ante jamás
ni nunca más quizás
La multitud todavía mira hacia arriba
uno cada uno de ese pueblo reunido como nunca ante jamás
ni nunca más quizás
allí, en hermosa vigilia sobre la avenida más ancha de la
historia
en la noche más larga de la historia
cada uno de esos uno sostiene una vela con la tenue lucecita
del tiempo eterno
que sí que no y que va a pensarlo
y un país ahí -quieto-
todavía hoy tieso
todavía hoy tieso
aún con la “plenipotencia espiritual” que dan las noches y
los días sin ella
sin renunciar a nuestros puestos de lucha
sin renunciar a nuestros puestos de lucha
sin esperar honores del tiempo
este...
nuevo fuerte tiempo que sopla
nuevo fuerte tiempo que sopla
La noche II
Los sigilos que como pasos huyen
desencerrojarse uno y uno al otro y rajar
gatear mirando el piso y 1,2,3 ¡rajar!
como ciegos en el desierto dando tumbos
como ciegos en el desierto dando tumbos
hasta el “salvoconducto”
¡pura épica de un tiempo de resistencia!
¡pura épica de un tiempo de resistencia!
Trelew es un ejemplo de cómo conjugar luchas, celebra Hebe
toda esa historia no se encierra ni se ametralla ni se
fusila
está en cada noche desértica del país que exporta su historia por sus aeropuertos
está en cada noche desértica del país que exporta su historia por sus aeropuertos
con las manos rendidas
aún con la resignación de saberse asesinados cuando se vayan las cámaras
aún con la resignación de saberse asesinados cuando se vayan las cámaras
pero con la tranquilidad de haberse rebelado
mostrándose vivos
ante el mundo¡siempre!