Las primeras especulaciones

¿Méxio o Uruguay? ¿o Francia? No sirve mucho elegir, nos encanta preferir, como una remera para vestir, como un corpiño a desabrochar. El mundo admira al equipo de Diego y le teme. No quiere enfrentarlo. Nosotros elegimos, preferimos. Y está bien jugar a armar el fixture. En nuestro inconsciente Uruguay a priori marca mejor que México. Pero si el partido toma ribetes de clásico sudamericano, ¿conviene? Los aztecas no salen de su libreto, no saben jugar a defenderse. Nosotros sí, lo hacemos con la pelota y es lo que importa. Argentina tiene equipo que si bien repara en el retroceso de Jonas, de cómo volver, cómo cubrir: jugamos a partir de la pelota y de lo que proponen Messi, Tevez y Di María en los últimos metros.


Muchachos, primero hay un partido, frente a Grecia. Esperamos cuatro años para esto, disfrutemos de cada partido, de ver en cancha a los que queríamos: Aguero, Pastore, Milito, Bolatti, Clemente, hasta Garcé. El martes próximo cuando Argentina salte a la cancha ya sabrá el nombre de su rival de octavos de final. Uruguay-México y Francia-Sudáfrica ya habrán jugado a las 11 horas. Y ya no habrá especulaciones. Será enfrentar a Grecia, y luego descansar. Comenzará el otro mundial: el de los partidos mano a mano, partidos para medir carácter, rezar azar, y achicar el margen de error. Pero Argentina propone jugar, a partir de pisar fuerte desde el minuto cero y hacerse dueño del trámite. Y eso a uno, como hace mucho no sucede, lo ilusiona y lo deja tranquilo, al menos hasta el próximo pitazo inicial.