martes, 15 de junio de 2010

Iporante (muy bien)

Paraguay 1 - 1 Italia
Grupo E

Jugaron a muerte (¿mal?)

¿Puede importarle a Martino que su equipo haya "afeado" el trámite del partido? ¿O fue directamente esa la táctica: proponer un juego cortado, sin continuidad, con los costados bloqueados? Claro que no contaba con los nervios de sus dirigidos, con la inmovilidad de sus delanteros, con la imprecisión en cada pase. Paraguay tapó con Aureliano Torres a Zambrotta, apostó a Vera por derecha y raspó en el medio con los vehementes Cáceres y Riveros. Estos dos, fallaron mucho a la hora de pasar la pelota salvo cuando tuvieron que hacerlo hacia atrás para que sus zagueros reventaran la pelota una y otra vez. Sin continuidad, el partido se hizo intenso a medida que pasaron los minutos. Jugaron como si su futuro se decidiera en la próxima pelota. Lippi intentó con Camorenasi por derecha, Martino enseguida puso a Santana -habitual mediocampista centro-, a tapar sus subidas. Fue lo máximo que dieron los entrenadores para cambiar el rumbo. Los jugadores se entregaron por todo cuanto se jugaban: el primer lugar del grupo. Le dieron emotividad a cada pelota, en cada apertura hacia al costado, cada centro al área pareció... nada. No mucho. Los goles fueron dos pelotas paradas. Paraguay acertó en la suya, Villar pifió en el empate.

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