En el complemento se ahondó el problema para Uruguay. No le encontró solución. Tabarez no incluyó cambios. Y Corea empató, y bajo la lluvia torrencial, los últimos 20 minutos se transformaron en otro partido. Un mini partido donde Corea se retrasó, la Celeste se adelantó diez metros y encontró a diez minutos del final el triunfo con un golazo de Suárez. Lo positivo es que ganó "a lo grande", "cuando quiso", adjetivos que se le adjudican a equipos con historia. Uruguay es así: las responsabilidades lo abruman, lo superan. Pero no seamos injustos, cuando las asumió ante Francia, México y Sudáfrica, cumplió. Claro, el partido era definitorio. Tuvo el nervio escénico de conseguir el objetivo y retrocedió.
40 años después, tras el cuarto puesto del Mundial de México 1970, Uruguay se metió entre los 8 mejores de un Mundial. Una generación de jugadores que merecía demostrarse a sí misma que podía lograrlo. El techo de este equipo que conduce Tabarez depende de ellos mismos.
El rival de Uruguay será: Ghana 2 - Estados Unidos 1
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